Crecimiento Personal
El crecimiento personal necesita la ayuda de la formación en coaching para alcanzar nuestras metas, lograr la madurez emocional completará al máximo nuestro desarrollo personal en esta faceta, entonces nos daremos cuenta que nuestro comportamiento y pensamiento hacia los demás yel entorno que nos rodea cambia de un modo radical. El concepto que tenemos de nosotros mismos será totalmente diferente al que teniamos, así como nuestro modo de pensar y evaluar las situaciones que se nos plantean.
Cuando se alcanza la madurez emocional a través del coaching el individuo reacciona de modo totalmente diferente, se afianza el autocontrol y se elige la opción más idonea ante cualquier situación. Las reacciones del individuo al completar su desarrollo personal suelen ser como las que se detallan a continuación :
- Encaja de manera positiva las críticas, las utiliza para mejorar.
- No se compadece de si mismo, piensa que para lograr sus objetivos debe trabajar y buscar el mejor modo de hacerlo.
- Cuando se alcanza la madurez emocional y personal no se necesita el reconocimiento social de los demás, no hacemos las cosas en función de la opinión que pueda tener el resto, sino que se hacen porque así se cree sin tener como lastre ese tipo de influencia.
- Tiene autocontrol sobre su carácter y controla la agresividad que le pueda surgir en determinados momentos.
- Afronta las situaciones críticas sin miedo y con total seguridad.
- No deja sus sentimientos a flor de piel, piensa que los demás pueden estar equivocados antes de tener una mala reacción.
- Afronta los errores personales y las consecuencias de los mismos sin excusas.
- Aprende a valorar en su justa medida los conflictos y problemas, no es extremista en sus decisiones, entiende que las cosas no son ni todo blanco ni todo negro.
- Deja lugar a los demás para la toma de decisiones ajustando su criterio y entendiendo que las ideas de los demás también son de valor.
- Conoce sus limitaciones y acepta que no siempre puede conseguir todo lo que se propone y no por ello se decepciona.
- Se centra en aquellas cosas que si puede resolver, dejando de lado las preocupaciones por todo aquello que no va a poder solucionar.
- No es orgulloso ni "farda" ante los demás de los éxitos conseguidos, intenta compartir estos logros haciendo partícipes a los demás.
- Felicita al resto de compañeros por los logros conseguidos de buen agrado porque se centra en sí mismo sin tener celos de los demás.
- Los conceptos de otras personas sobre determinadas situaciones son escuchados de manera activa, nunca piensa que sus ideas son las mejores, valora las aportaciones de los demás y relexiona sobre la cuestión.
- Siempre busca las virtudes de los demás, dejando los defectos en algo secundario para las relaciones personales o de trabajo.
- Tiene claro como desarrollar un proceso antes de iniciarlo, no dejando lugar para la improvisación.
- Nunca subestima al resto de personas, al contrario intenta aprender lo mejor de las demás personas.
- Aporta lo mejor de si mismo en el trabajo en equipo, integrándose en el grupo sin pensar que los logros conseguidos por el grupo son únicamente por el trabajo realizado por él.
- Respeta al resto de personas, buscando lo mejor de ellas.